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Crónica y entrevista al maestro Ikki Hino, famoso por sus presentaciones con el taiko, quien estuvo recientemente en la capital argentina el pasado 19 de julio. – An interview and chronicle with sensei Ikki Hino, a Japanese famous taikist, who has been performing in the Argentina capital city on July 19th. Only available in Spanish.
Por: La Rose Bleue.
Edición textual: Pedro Suárez.
Fotos: La Rose Bleue.
Traductor: Ion Díaz-Larrauri.
Agradecimiento especial: Andrea Oyadomari & Mariano Parodi.
Entrevistar al sensei Ikki Hino suponía para mí un gran desafío, puesto que suelo dejar que los nervios me invadan cuando me encuentro frente a grandes figuras del taiko internacional. Sin embargo, pareciera que el destino conjugase mejor para lograr de este modo esta entrevista en medio del frio porteño.
Al entrar al Centro Okinawense en la Argentina esperaba encontrarme con un taikista de renombre que aumentara mi intimidación. Mi sorpresa fue grande: encontré a un chico (de escasos treinta y tantos años) que me saludó muy amablemente en japonés sin saber quién era yo y ni yo misma tampoco supe reconocerlo porque él vestía ropa deportiva, ya que había terminado uno de sus workshops. Con una amable sonrisa y un hola en un aterrador japonés fue como rompimos el hielo.
No obstante y a pesar de los nervios, los avisos de Andrea acerca de la proximidad de la entrevista junto con la ayuda de Ion, nuestro amable intérprete oriundo del País Vasco y dueño de una paciencia increíble, sortearon con mi ansiedad por lo que tomé un respiro; la sonrisa de mi entrevistado fue tan cálida que de inmediato empezamos con la entrevista.
Sepan que esta es solo una entrevista realizada por una fan del taiko. Simplemente espero que la disfruten tanto como yo. Gracias.
Colectivo Bunka. Ikki Hino, sensei, muchas gracias por esta entrevista.
Ikki Hino. Gracias a usted.
C. B. Leí que una de las fuentes del taiko actual es la de una deformación del jazz occidental y su padre fue jazzista, ¿cree que eso lo influenció?
I. H. Sí, mi padre era percusionista de jazz; pero a mí no me gustaba ese música (risas), debido a que todos los días debía escuchar los tambores de mi padre, es por eso que no hay ninguna relación entre mi estilo para tocar los taikos y lo que hacía mi padre. (Risas)
C. B. En la generalidad de los casos, las influencias se dan. ¿Cómo se acercó al wataiko, al estilo que hace?
I. H. Fue cuando entré al Ejército Japonés y ahí había taikos. Existía una especie de taller de taiko. Por una orden de mi sempai empecé a hacer taiko en el ejército. Así fue como comencé a contactarme con el taiko. Al comenzar a tocar, me gustaba cada vez más; es por eso que decidí dejar el ejército y formar mi propia agrupación de taiko. (Risas)
C. B. Sí sabía que el taiko también se usa con fines militares, para dar órdenes, por ejemplo.
I. H. En el pasado sí se utilizaba el taiko para elevar la moral de todos.
C. B. ¡Exactamente!
I. H. Si, así es…
C. B. Cuando era pequeño y debía escuchar la música de su papá, ¿qué otro tipo de música escuchaba? ¿Qué otras influencias tuvo como compensación a eso que a usted no le gustaba?
I. H. Todos los días en mi casa sonaban música clásica, jazz, rock, de todo, pero en esa época yo no tenía ningún interés por esa música.
C. B. ¡Ah! (sorprendida) O sea que después de su ingreso al ejército surgió su interés por el taiko.
I. H. En esa época a mí me obligaron a tocar el taiko en el ejército, todavía no me gustaba. Lo veía pero no me interesaba.
C. B. Aprensión total.
I. H. Sí, pero en el momento en que me ordenaron tocarlo y lo hice, ahí descubrí que era divertido (risas). No porque tuviera interés en tocar sino porque me obligaron y me gustó. (Risas)
C. B. ¿Cómo decidió profesionalizarse? Por favor sensei, disculpe por la pregunta, ¿tuvo alguna objeción por parte de sus padres? ¿Lo apoyaron?
I. H. No, no fue problema; ellos me dijeron: «si lo quieres hacer, ¡hazlo!» (Esboza una amplia sonrisa).
C. B. ¿Cómo empezó su formación? ¿Fue en un instituto o fue autodidacta?
I. H. Yo no tengo profesores. Soy autodidacta y practico por mi cuenta.
C. B. ¿Escuchaba a las grandes agrupaciones de taiko para tener una guía o sólo seguía a su instinto?
I. H. Vi a muchos grupos pero no copié nada de ellos y decidí crear mi propia práctica, mi propio estilo. Es 100% original.
C. B. No, no, por supuesto. Después de todo este tiempo, ¿cree que el jazz que escuchaba en casa tuvo alguna pequeña influencia?
I. H. (Suspira profundamente) Es probable, (risas). Al haber escuchado tanto jazz y música clásica en mi casa, es muy posible que algo haya quedado en mi memoria.
C. B. ¿Qué opina sobre el taiko fusión?
I. H. En Japón poco a poco van aumentando ese tipo de fusiones. A mí personalmente me gusta el taiko como instrumento, y por supuesto que son muy interesantes las colaboraciones con otros instrumentos. En Londres he colaborado con un violinista, en Japón con un DJ; cambiando el género pero además he colaborado con la danza, el ballet, e incluso con otros percusionistas o bateristas.
C. B. ¿Y cuáles fueron sus impresiones?
I. H. Como es algo reciente, creo que es una experiencia excelente, pero como el sonido de los taikos es muy fuerte puede tapar instrumentos como el violín, por ejemplo. Por eso es muy difícil realizar este tipo de fusiones con otros instrumentos a veces.
C. B. ¿Cómo ve la escena actual?
I. H. El taiko es un instrumento muy simple. Cualquiera puede hacerlo, solo basta con tener los dos bachis (palillos). El atractivo que tiene es que el sonido que se obtiene es muy potente. Es por esta razón que en el mundo entero hay muchas agrupaciones y yo practico muchísimo para que se siga expandiendo. El surgimiento de tantos grupos de taiko me hace muy feliz.
C. B. ¿Tiene alguna expectativa en referencia a la recepción local?
I. H. No tengo idea de cuál va a ser la reacción del público esta noche. Podría suceder que nadie aplauda, (risas). También puede ser que todo el mundo se vuelva muy eufórico, (risas).
C. B. Bueno, es que el taiko representa bastante al ritmo cardíaco, es bastante difícil no euforizarse. Realmente no te tiene que gustar como para no sentir nada.
I. H. En la gira que hice por Europa y en todos los países a los que he ido, siempre el público se levanta con una gran ovación. (Risas)
C. B. ¡Bárbaro! ¡Felicitaciones! ¡Ojalá que acá sea igual! Es que a veces uno siente que la escena acá es un poco chica todavía, porque cuando uno está en el medio, en el ambiente, no se da cuenta de sus grandes dimensiones, pero cuando se lo ve desde afuera, siente que fuera un poco chica.
I. H. Si, también siento que es así; es por eso que he venido a la Argentina para dar todo mi esfuerzo en dar a conocer el taiko a toda la gente posible.
C. B. Sensei, nuevamente quiero agradecerle por la posibilidad de entrevistarlo. Ha sido un privilegio que le agradezco profundamente.
I. H. Muchas gracias a usted.
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